Ayer, ecuador del campamento y me cuentan que, una vez más, la emociones se desbordaron. Más adelante os pasaré la crónica y fotografías del día de familias pero ahora me quiero detener en el ambiente que se respira en este grupo y, sobre todo, en la ceremonia de las promesas.
Se conocen, se miran a los ojos, se entienden, se abrazan, se besan... y se comprometen en ser mejores, en no dejar de sonreír, en ponerse en el lugar de los/as demás, en cuidar de la naturaleza, en defender sus ideales y en quererse más a sí mismos/as para así poder hacer la vida más agradable a quienes les rodean.
Savia nueva que en el MB 68 no deja de brotar. Unos/as van y otros/as vienen. Gesto serio y comprometido en los primeros/as, y alegría y sonrisas de los segundos/as.
¿Quién dijo que todo está perdido? yo vengo a ofrecer mi corazón, dice Fito Páez. Está claro que esta gente viene a ofrecer su corazón. Y lo hace. Con ellos/as, uno confía en que el mundo todavía tenga solución.
"Prometo luchar por el mundo que he aprendido a soñar."
Ari
Increíble!! gracias a todos por acogernos con los brazos abiertos solo espero que mi hijo aprenda todos estos valores porque en este mundo hace falta gente buena y vosotros me habéis demostrado que lo soy.
ResponderEliminarGran frase la d ari.
Jooooooo... que bonito, me emocionan tus palabras
ResponderEliminar¡Que bien resumido!
ResponderEliminarGracias, amigo Felipe
Vaya cita la de Ari,,,, para volverla a leer y volver a leer...e intentar hacerla realidad...
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