El campamento marcha como la seda desde la llegada del grupo y, gracias a unos fantásticos/as compinches que cumplen con creces su cometido de reporteros con el envío puntual de preciosas imágenes, podemos hacernos una idea muy aproximada de lo que pasa allí. Experiencias que les conforman como seres humanos.
La llegada fue tranquila y se van sucediendo momentos de calma...
...hasta la más frenética actividad. Todos/as, pequeños/as y grandes, trabajando por un mismo fin, la puesta en marcha de lo que será su hogar durante un buen puñado de días y que les acerca a la vida en la jungla de los personajes de "El libro de las tierras vírgenes", que les marca el rumbo.
¡Buena caza y largas lunas!
Macutero de manada hecho y resistencia comprobada.
Y así siguieron construyendo...
Por la tarde, con el trabajo bien hecho y finalizadas las construcciones se fueron al pantano a darse un baño y se encontraron con la sorpresa de que no había más que barro. Lo que en un principio les cortó el rollo, poco a poco se fue convirtiendo en una diversión inesperada. ¡Fuera ascos! No podían avanzar, se quedaban pegados/as en el barro pero una vez metidos/as hasta las orejas en él hicieron una batalla, se rebozaron, lo pasaron en grande y vivieron un momento grupal precioso por lo improvisado y diferente. Según sus propias palabras: fue muuuuy guay.
Tan bien lo pasaron y tanto se prolongó que no hicieron la fiesta y el bailoteo que tenían previstos para celebrar el fin de construcciones.
Y hasta aquí la jornada de ayer. Os recomiendo que no os perdáis la siguiente entrega porque hoy ha sido un día intenso y con grandes experiencias de esas que enseñan a sobrevivir.
Lo dicho, mañana más.
¡Buenas noches!
"Somos de barro y no de piedra, creados para hacer el amor y no la guerra."
Nach (1974)

Me encantan las crónicas, muchísimas gracias Felipe,se les echa en de menos y esto nos acerca un poquito a ell@s
ResponderEliminarMuchas gracias por dedicar tu tiempo a esta labor tan bonita de acercarnos a nuestros hijos.
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ResponderEliminarQue bonitas fotos que acompañan a una descripción narrativa de lo que acontecen en el campa...vivencias que no olvidaran y experiencias que guardarán en su mochila de la vida...GRACIAS
ResponderEliminarCrear un mundo a su medida, qué más pueden pedir nuestrxs chicxs? Y así, año tras año, aprendiendo de los errores y reforzando los aciertos. Menuda escuela de vida! Gracias por alegrar nuestros madrugones, Felipe!
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