Abróchense los cinturones...¡Comienzan los RAIDS!
Y es que un campamento de fortuna no es nada sin sus raids.
Un
raid puede parecer una actividad de senderismo y orientación, pero realmente es
una aventura en equipo, una experiencia única en la vida, y un desafío personal.
Son esos días en que Manada, Tropa, Red y Clan se
enfrentan a sus propios miedos y limitaciones, y encuentran en el equipo el
mayor apoyo y la motivación constante.
Si eres scout, el raid es el JUMANJI que te va a tocar jugar
este verano.
Para las familias, el raid es la actividad que más dudas
despierta... ¿eso cómo se escribe? ¿pero van sin monis?¿cómo que van a dormir
en un soportal? ¿qué eso de que tienen que conseguir comida? ¿una ruta por la
montaña y también por carretera?¿Y SIN MÓVIL?????? Para los que alguna vez han
hecho un raid en su vida, es la actividad que más diversión y aprendizaje conlleva.
También os digo que lo que pasa en el raid, se queda en el
raid. Así lo quiso Baden Powell.
Pero veamos qué nos cuenta el MB68.
Como ya veréis en este blog, en las próximas entradas, el día antes de comenzar, lo dedicaron a la preparación. Hicieron
los equipos y valoraron, sobre el mapa, cuál podría ser el mejor destino y la
mejor ruta. Estando tan cerca de la playa, el destino de muchos y muchas parecía
estar claro. Había que convencerse de avanzar a paso ligero, eso sí. Como os imagináis, hay quien sueña con un raid tranquilito, de pueblo en pueblo, de sombra en sombra, de río en río... y hay quien piensa que es el casting de Supervivientes y que hay que pasar a la final.
La Red tuvo que luchar para conseguir beneficios. A través
de varias pruebas pelearon duramente para hacerse con alguna de estas ventajas:
que les dieran 10 euros para gastos, adelantarles 10 km en coche, ir sin
disfraces, ir sin macuto una noche, o una invitación a cenar. Dejamos para otro día las imágenes de la lucha, porque merecen toda nuestra atención.
Del Clan, no sabemos mucho. Como cada año, son secuestrados por los monis, a lo largo del día, y trasladados a ciegas a un lugar desconocido, vestidos con lo puesto y, desde ahí, tienen que plantear su ruta. Por supuesto, les disfrazan de la forma más bochornosa, y no les proveen de ninguna ayuda externa. Casi es mejor no saber mucho más.
A la mañana siguiente, la manada comenzó su raid.
La red también se organizó en dos grupos. ¿Adivináis cuál
ganó el beneficio de no tener que disfrazarse (tanto)?
Unas horas después, estaba todo el mundo tan entretenido luchando por su supervivencia, que en el campamento aparecieron las dueñas del lugar, preocupadas por el silencio reinante. Intercambiaron unas impresiones con las monitoras y monitores, y quedaron en volver a verse el día 29.
La Manada llegó a Quintanilla la primera jornada. Diez kilómetros,
siguiendo el curso del río Nansa. Un camino duro, pero nos han chivado que hubo
una buenísima recompensa al final. Además, consiguieron que les dejaran dormir
en el interior de una iglesia. ¡Hay experiencias que no se repiten muchas veces
en la vida! (o que preferirías no tener que repetirlas nunca jamás)
Los pioneros (la Red) se juntaron a dormir en Unquera. Por distintos caminos, llegaron al mismo lugar (a mí no me la dais, esto estaba preparado). Los 24 kilómetros que se hicieron merecían un buen descanso.
Aquí sus monitores y monitoras, asegurándose de que todo saliera bien. Especialmente el selfie.
Un grupo de tropa llegó a dormir a Luey, para lo que se hicieron 17 kilómetros por la montaña, atravesando puentes y collados a buen paso. Que levanten la mano las lectoras y lectores capaces de hacer esto!!! Mirad qué bien posan en la foto. El agotamiento extremo aporta elegancia y saber estar.
Algunos troperos y troperas, llevados por la aventura, intentaron asaltar el coche de las monitoras y monitores. ¿Os he dicho que el raid es como un mundo distópico, para algunos participantes? A medio camino entre The Walking Dead y El Planeta de los Simios. Ved las imágenes, que no miento.
Pero, para otras, el raid es un cuento preciosísimo, con final feliz. O
¿cómo os quedáis al ver a este grupo de troperas y troperos que en su primer
día han llegado a la costa y se han dado un baño a solas en el mar? Algunas personas piensan que el raid consiste en salir de la zona de confort. Pero para algunas otras (claramente más astutas y sagaces) el raid es la forma de conseguir bastante más confort que el que tenían el día anterior.
Todo esto que os estamos contando, ha ocurrido el primer día de raids.
Todas estas aventuras, y las que vendrán, son solo el principio de otras muchas.
Algunas las veremos, otras nos las contarán.
Pero el espíritu de aventura ya ha prendido en su interior, y eso es para siempre.
La Puerta
"Ve y abre la puerta.
Quizás afuera haya un árbol,
un bosque, un jardín,
una ciudad mágica.
Ve y abre la puerta
Si hay niebla, se despejará.
Ve y abre la puerta.
Aunque no haya nada más
que el tictac de la noche,
aunque no haya nada más
que el sordo aire,
aunque no haya nada,
ve y abre la puerta.
Al menos hará viento».
Miroslav Holub
Comentarios
Publicar un comentario